Balon

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sábado, 11 de agosto de 2012

Así lo queríamos, así lo soñamos, así sucedió.


El 11 de Agosto del 2012 quedará grabado en los libros históricos de este país con letras de oro, no sólo del deporte sino de historia en general, ya que uno de los motivos de unión, capaz de juntar a millones de personas con fines meramente deportivos y que hace olvidar por unos momentos todo lo malo que nos rodea, nos ha brindado una alegría inexplicable, donde 18 futbolistas con mucho por ganar y nada por perder demostraron una ambición y un hambre por trascender que era desconocida anteriormente.
El “jugamos como nunca y perdimos como siempre” o el “ya merito” han quedado atrás, porque son toda una realidad. La magnitud de esta victoria frente a la selección más grande de toda la historia no queda en una sola medalla de oro o en los tres millones que repartirá la CONADE en los seleccionados mexicanos, este hecho va más allá.
México en competencias de equipo solo había conseguido una medalla de bronce, y fue hace 76 años cuando lo consiguieron en las olimpiadas de 1936 el equipo de basquetbol. En cambio el futbol, nunca había podido hacerlo. Lo más cerca que se había estado fue en los juegos olímpicos de México en 1968, donde Japón le quita la de bronce frente a toda su afición.
El equipo brasileño de futbol iba a estos juegos olímpicos con un objetivo muy claro, ganar la medalla de oro, y para ello Mano Menezes seleccionó a los mejores jugadores que Brasil podía llevar, con un equipo plagado de estrellas que juegan en los mejores equipos del mundo y otros cuantos más que son promesas que no tardan en emigrar al futbol del viejo continente.
A pesar de que algunos medios de Inglaterra y de Estados Unidos pronosticaban que el Tri ganaría medalla, esto se veía como algo muy lejano o esta improbable teniendo en frete selecciones como Brasil, España, Reino Unido y Uruguay. Con todo en contra, pronósticos, a la misma prensa de tu país, que en vez de apoyarte buscaban cualquier detalle para criticar y hablar mal del equipo sin ningún fundamento. Y Siendo sinceros, ¿Quién pensó al inicio de estos juegos olímpicos que esta selección se quedaría con la presea de oro? La verdad nadie, y si hubo alguien fue Luis Fernando Tena, el que tanto se criticó, el que no tenía ningún mérito de estar ahí, el que juega defensivamente, si…ese mismo que hoy le da una de las alegrías más grandes al futbol mexicano.  
La clave para lograr el éxito radicó en que siempre fue un equipo en toda la extensión de la palabra, una unión y compromiso para trascender, una ambición por ganar. El apoyo de los equipos de la Primera División por ceder a sus jugadores en cuanto fueron requeridos, todas las facilidades que la FEMEXFUT le brindó al cuerpo técnico en cuanto a instalaciones y partidos de preparación. El triunfo es de todos.
La mentalidad del futbolista mexicano está cambiando, nos estamos acostumbrando a ganar, ya lo ha hecho la Sub-17 en dos ocasiones, el tercer lugar obtenido por la Sub-20 en su mundial de categoría, el título en el torneo de Esperanzas de Toulon, y las Copas de Oro que la selección mayor ha levantado. Un crecimiento muy grande que se ha venido dando en los últimos años, empezando desde las fuerzas básicas, con promesas de las que se esperan grandes cosas, el que el jugador mexicano cada vez sea más atractivo para las ligas más importantes del mundo y tenga la posibilidad de jugar en Europa. Todo este crecimiento es muy notorio y nos da esperanzas para que también lo demuestren en un mundial y por fin nos lleven al quinto partido tan anhelado o porque no, un poquito más lejos.  

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